Ponencia en la presentación del libro “Disciplinas Filosóficas” del Dr. Jaime Zelada Bartra


(Transcripción 20/12/2014) Hoy es un día especial. Hoy quiero darles un mensaje exento de toda improvisación. Hoy quiero que cada palabra que pronuncie sea pensada y razonada, acorde con el libro. Y lo hago porque, verdaderamente, es un honor para mí poder participar en la presentación del libro Disciplinas filosóficas del Dr. Jaime Víctor Zelada Bartra, a quien agradezco por haberme invitado a ser parte de este acto tan importante que se desarrolla esta mañana en esta prestigiosa universidad del Perú, Decana de América.

Como alumno me siento aún más orgulloso de acompañar al Dr. Zelada en esta presentación de sus libros. Y me siento muy orgulloso porque el autor de estas obras es mi maestro. He tenido la suerte de ser su alumno en la maestría de Derecho Constitucional y Derechos Humanos que culminé hace algunos años y, también ahora, en los estudios de doctorado en Derecho y Ciencia Política. Sin duda, sus valiosas enseñanzas me han servido y me servirán en cada tarea que emprenda en el ejercicio de mi profesión y en otros aspectos de mi vida personal.

Y digo esto último porque lo que el Dr. Zelada Bartra brinda a sus alumnos en clase no solamente sus contenidos curriculares, sino que, por el contrario, él nos hace abarcar más allá de aquello que podría estar delimitado en un sílabo. Nos hace pensar y reflexionar sobre los problemas que se presentan en nuestro país. Y eso es lo yo particularmente destaco de él, que no solamente hace que el alumno entienda y aprenda las diferentes materias que dicta, sino lo más importante es que nos hace reflexionar sobre la problemática nacional, asumiendo una posición crítica a partir de las teorías de los grandes filósofos y estudiosos del Derecho.

Es allí donde su libro Disciplinas filosóficas cobra tal importancia. Porque esta obra se convertirá en la fuente del conocimiento para aquellos que estamos convencidos de que con la Filosofía podemos investigar las reflexiones y los principios de la vida humana y perseguir los fundamentos de nuestra propia existencia.

Qué necesario es, entonces, reflexionar. Pero, al avanzar en nuestro nivel académico, esa reflexión no debe ser una simple reflexión, sino que debe ser una reflexión filosófica; y para lograr ello, el autor nos presenta en su libro una serie de temas que inician con un concepto de filosofía, traspasan su campo de estudio y se embullen en la evolución histórica del pensamiento filosófico. Un repaso de todas las escuelas de aquellos grandes filósofos como Sócrates, Platón y Aristóteles nos enfocan en el tiempo de la filosofía griega y, después, en la filosofía greco-romana, para anclar en el Renacimiento, donde encontramos a Nicolás Maquiavelo, Hugo Grocio, Nicolás de Cusa, entre otros grandes pensadores.

Es importante resaltar también aquella visión esquemática de la Filosofía Moderna de los siglos 17 y 18 que nos presenta el autor marcada con el Racionalismo de Descartes, Malebranch, Spinoza, Leibniz y Christian Wolff; o con el Empirismo de Francis Bacon, Thomas Hobbes, Locke y Berkeley; y, así mismo, con los grandes exponentes de la Ilustración como David Hume, Voltaire, Montesquieu e Immanuel Kant.

Pero si ello no fuese suficiente, conviene también estudiar la visión esquemática de la Filosofía Contemporánea, donde hallamos movimientos como la fenomenología, el existencialismo, el marxismo, el pragmatismo o la filosofía analítica.

Una parte igual de importante, sobre todo para aquellos que estamos interesados en la investigación científica, es la referida a la Filosofía de la Ciencia, donde encontraremos los métodos generales y específicos que tienen plena vigencia para los trabajos de investigación jurídica que nos propongamos realizar.

Del mismo modo, es fundamental para los abogados ahondar en la Filosofía del Derecho, que nos presenta el autor a través de las teorías filosóficas sobre la interpretación del derecho y la interpretación constitucional, las líneas maestras del constitucionalismo contemporáneo y la Teoría de la Materialización de Valores, en la cual estos adquieren especial trascendencia al guardar estricta relación con la vida social, política, económica y cultural de nuestro pueblo.

Antes de finalizar, no quiero dejar de resaltar el análisis que hace el Dr. Zelada del régimen económico de la Constitución de 1993, su análisis crítico del programa económico actual propuesto desde el gobierno de Alberto Fujimori Fujimori; así como su propuesta de desarrollo industrial y de crecimiento económico con equidad, en diferentes sectores.

He destacado hace un momento que el Dr. Jaime Zelada Bartra motiva a sus alumnos a reflexionar acerca de los problemas nacionales. Pues bien, varios de esos problemas que afronta nuestra sociedad tienen un origen económico, por lo que se hace imprescindible, a mi modesto entender, estudiar la Filosofía de la Economía, que el libro nos presenta en su tercer capítulo, y así con ello vamos a poder entender, en palabras textuales del autor, “que la finalidad última de la actividad económica no es la mera producción sino la satisfacción de las necesidades del hombre”; y que la verdadera esencia de la vida económica proviene de un enfoque superior que coloca a la economía desde el punto de vista de la existencia humana, es decir, desde aquella concepción que supedita todos los fenómenos de la producción a los valores más elevados de la dignidad del hombre, lo que el autor denomina: “Humanismo como doctrina”.

Permítanme invitarlos a adquirir el libro y a leerlo y a buscar en él la verdad económica en la estructura del Estado constitucional democrático de derecho. Permítanme afirmar, como lo hace el autor, que la verdad económica es posible y es realizable; que es necesario un cambio de modelo económico sustentado en la ética, la moral, el ejercicio de los valores universales, el fortalecimiento de la democracia y el mejoramiento de las condiciones y la calidad de vida de todos los ciudadanos. Muchas gracias.